Como no podía ser de otra
manera os tenía que hablar de mi pueblo Viana, bueno aun que realmente es
ciudad, “Muy Noble y Muy Leal Ciudad de
Viana Cabeza de Principado del antiguo reyno de Navarra”.
Viana es un municipio que se
encuentra en el norte de España y en el suroeste de la Comunidad de Navarra,
pertenece a la merindad de Estella. Tiene 78,62 km²
de superficie y limita con Labraza en Álava, Aguilar de Codés y Aras por el
norte. Con Bargota y Mendavia y por Agoncillo en La Rioja por el Este, con
Agoncillo y el río Ebro por el Sur y con Logroño en La Rioja, Oyón y Moreda de Álava
por el Oeste.
Después de haberla situado ya
en el mapa, vamos a hablar de la procedencia del nombre de Viana.
Hay muchas dudas del origen del topónimo de Viana
ya que existen muchas hipótesis al respecto,
pero la que más posibilidades tiene de ser la real es esta:
Que el rey Sancho el Fuerte,
fundador de la villa en 1219, le dio el nombre de otra localidad preexistente y
que era famosa en su época. Esta era una
costumbre muy arraigada en las fundaciones medievales y existen numerosas
ciudades con nombre parecido a Viana en Europa, la más conocida, la Viena
austriaca. La ciudad portuguesa Viana do Castelo fue fundada unas pocas décadas
más tarde que Viana con el mismo nombre. La principal candidata para haber sido
la padrina de la Viana navarra sería la ciudad francesa de Vienne, que fue una
ciudad importante en la Edad Media, aunque luego declinó y que fue conocida
también como Vianna y Viana.
¿Qué tal si nos remontamos a
la antigüedad para poder hablar de la historia de Viana?
Prehistoria y Edad Antigua
Existen varios yacimientos
arqueológicos en el municipio, cuyos restos encontrados datan de la Edad del
Bronce situados en pequeñas elevaciones como La Castellana, Valdevarón,
Valdecarro y La Raicilla. En ellos se han hallado sílex y hachas pulimentadas.
En algunos también se han hallado restos pertenecientes a la Edad del Hierro I.
De entre todos ellos, sin duda
el más importante fue el poblado de La Custodia. Su cronología abarca desde un
posible Paleolítico, edades de Bronce, Hierro I y II, hasta comienzos de la
Romanización. El extenso yacimiento ha proporcionado abundantes materiales
cerámicos, fíbulas, broches de cinturón, placas con pactos de hospitalidad,
monedas de 18 diferentes cecas… Es probable que el asentamiento acabara
destruido violentamente por Sertorio al ser esta ciudad aliada de Pompeyo. Su
población se dispersó por la zona, creando villas romanas, aunque una parte
importante debió trasladarse a Varea, al margen derecho del Ebro, donde
inicialmente se instaló el ejército romano para el control de esta zona.
Época musulmana
Previo a la invasión
musulmana, existen leyendas que cuenta que existió un templo dedicado a la
diosa Diana, y que los habitantes de la primitiva Viana o Diana, levantaron un
monasterio o priorato benedictino, en honor a un supuesto santo local llamado
Pedro en las afueras de la actual ciudad, hacia el oeste. Relata que en el año
661 existían monjas en dicho monasterio, y que santa Anatoquia murió allí.
Hasta el año 923 no se
recuperaron para los cristianos las tierras de la Rioja, por lo que queda un
gran vacío histórico de dos siglos en los que estas tierras estuvieron bajo
dominio musulmán.
Este monasterio resurgió bajo control de los benedictinos, ya que en el
siglo XI aparecen documentos sobre San Pedro de Torreviento, y hay reseñas que
indican que tras la reconquista de la Rioja se fundó un monasterio a los pies
de la actual ciudad, el cual fue adscrito a Santa María la Real de Nájera.
Edad Media
Las relaciones fronterizas
entre los reinos de Navarra y Castilla en 1195 se encontraban tensas a
consecuencia de que Alfonso VIII de Castilla concedió privilegios a las
localidades de Logroño y Navarrete, situadas en la muga con Navarra, lo que
hizo que Sancho VII de Navarra comenzara a hostigar a Castilla.
Este rey construyó un castillo
en las proximidades de la actual Viana, frente a Logroño, desde donde partieron
ataques contra el reino castellano. Dicho castillo, al que llamó Cuervo o
Corvo, puede identificarse con el lugar de Cuevas, donde en 1203 ya se
documenta una tenecia.
Otra posibilidad es que se
situara en la colina de El Cueto, a escasa distancia al norte de la actual
población. Continuando con la fortificación de la Sonsierra de Navarra que
inició Sancho VI "el Sabio", con la creación de las fortalezas de
Labastida, San Vicente de la Sonsierra, Laguardia y Labraza, su sucesor
fortificó la población que ya existía en el mismo lugar.
Se otorgó carta de fundación en 1219, por el
rey Sancho VII, "el Fuerte", En la misma dice "Yo don Sancho por
la gracia de Dios Rey de Navarra, hago aquí carta. A todos los pobladores de
Viana, también a los presentes como a los por venir.", lo que da a
entender que a los entonces habitantes de Viana, se sumaban las otras aldeas
del contorno: Cuevas, Tidón, Piedrafita, Soto, Longar, Perizuelas, Cornava y
Goraño. También formaron parte de su jurisdicción Aras, Bargota y Lazagurría,
aunque permanecieron como poblaciones habitadas.
El resto se abandonaron
agrupándose dentro de las murallas de la nueva villa. Dieron comienzo las obras
el 14 de enero, fiesta de San Félix, colocando la primera piedra de lo que
luego sería el portal de San Felices. Este asentamiento concentró la población
de la zona para constituir un importante punto defensivo cercano a la frontera
del reino castellano. El mismo monarca le cedió el fuero de Logroño-Laguardia,
lo que facilitó, su rápido crecimiento. A su apogeo contribuyó la importante
comunidad de judíos establecida en la villa, y el encontrarse en la ruta hacia
Santiago de Compostela.
Ya en 1275 tuvo que probar sus
fortificaciones resistiendo al asedio castellano dirigido por Fernando de la
Cerda. Fueron destruidos los campos y las viviendas extramuros, que en aquel
tiempo eran más que las de dentro de la muralla, por lo que la Reina Doña
Blanca exoneró de impuestos a la villa en 1276. El 28 de febrero de 1336, se
celebró en la iglesia de Santa María de Cuevas, entonces una aldea de Viana, un
acuerdo entre navarros y castellanos en la que se devolvían las plazas de
Fitero y Tudején. El Padre Moret lo reporta en los Anales del reyno de Navarra.
En el siglo XIV nuevamente los
castellanos la atacaron varias veces; incluso en 1378 consiguieron ocuparla
durante 8 años.
Carlos III El Noble instituyó,
en 1423, el título de Príncipe de Viana, que sería utilizado por su nieto de
igual nombre. Este territorio lo conformaban, según se transcribe del documento
archivado en el ayuntamiento vianés "Nuestra villa y castillo de Viana con
sus aldeas. Nuestra villa y castillo de Sant Vicente con sus aldeas. Nuestra
villa y castillo de Bernedo con sus aldeas. Nuestra villa y castillo de Aguilar
con sus aldeas. Nuestra villa y castillo de Uxenevilla con sus aldeas. Nuestra
villa y castillo de La Población con sus aldeas. Nuestra villa y castillo de
Sant Pedro y de Cabredo con sus aldeas y todas nuestras villa y lugares que
habemos en la Val de Campezo. Y así bien nuestros castillos de Marañón, Toro,
Ferrera y Buradón." A estas plazas hay que añadir las villas de Corella,
Cintruénigo, Peralta y Cadreita con sus castillos.
En 1427 la administración de
Navarra envió comisarios a la región de la Sonsierra de Navarra y se elaboró un
censo de las villas y sus aldeas. Los vecinos de Viana declararon que vivían
"de la labranza, de pan y vino, y que un año con otro cogen pan y vino
para su provisión, y aun sobrando no lo pueden vender por la prohibición de
sacar vino a Castilla, y que lo pasan muy estrechamente con los afrentos que
tienen con los de Logroño".
Durante el siglo XV, a
consecuencia de la guerra civil de Navarra, en 1451 cuando volvió a caer en
manos castellanas hasta 1466 que nuevamente fue recuperada para Navarra por el
conde de Lerín. Fue entonces cuando recibió el título de Muy Noble y Muy Leal
de manos de la infanta Leonor de Navarra Trastamara. También esta infanta
autorizó en 1467 celebrar mercado debido a la mala situación económica que
había provocado la guerra.
En 1460, Enrique IV de
Castilla ocupó la villa de Viana, que tras nueve meses de luchas fue recuperada
por Juan II. En 1461 primero y luego en 1463 el castellano ocupó las tierras
occidentales del principado de Viana y Los Arcos. Esta última fue una plaza
castellana hasta 1753, mientras que las plazas de la comarca de Laguardia fueron
definitivamente perdidas para Navarra.20 En la paz firmada en Corella entre
Enrique IV y Juan II en 1464, este cedió a los castellanos las villas de Los
Arcos y San Vicente.
Edad Moderna
Guerra Civil de Navarra
En Viana fue enterrado César
Borgia, tras morir a manos de los hombres del conde de Lerín el 11 de marzo de
1507, en un descampado de Viana, víctima de una emboscada. Fue obispo de
Pamplona y Capitán General del ejército de Navarra. Cuñado del rey de Navarra
Juan de Labrit, Borgia había acudido a recuperar Viana para Navarra. La ciudad
fortificada era muy atractiva para las tropas de Castilla, que apoyaban al
levantisco Conde de Lerín. Pero por ser cabeza del Principado, Navarra no podía
prescindir de éste importante castillo de la muga con el Ebro.
En el flanco oriental, el rey
de Navarra contaba con un imponente castillo-palacio que reforzaba las defensas
de Viana en esa esquina, pero que también se defendía hacia el interior de la
ciudad. Estaba defendido por las tropas del conde de Lerín al mando de uno de
sus hijos.
Borgia, militar experto en las
guerras de Italia, donde se usaban las estrategias más modernas, consiguió
conquistar la ciudad; sin embargo, no pudo ocupar el castillo, que seguía en
manos de las tropas del conde de Lerín. Se procedió a sitiar la fortaleza e
intentar rendirlos por hambre. Un despiste de las tropas de César en una noche
tormentosa permitió que los sitiados consiguieran introducir víveres. Esto
provocó la cólera de Borgia y contribuyó a que en una precipitada persecución
tras los que socorrieron a los sitiados, el hijo del Papa se adelantó a su
escolta y fue emboscado en la "Barranca Salada" en la muga con la
vecina localidad de Mendavia, donde fue lanceado por tres soldados beaumonteses.
El rey navarro ordenó que los
restos de Borgia fueran enterrados en un suntuoso sepulcro en la capilla mayor
de la iglesia de Santa María.
Conquista castellana
Los castellanos en 1512 con la
escusa de la bula papal Pastor Ille Caelestis, y apoyando al lado beaumontés,
invadieron Navarra conquistando y rindiendo Pamplona un 25 de julio. Viana se
rindió el 15 de agosto de 1512, conservándose su castillo por ser de propiedad
beaumontesa.
A partir de entonces, los
puestos más importantes de la administración de la iglesia y del reino fueron
encomendados a castellanos y vascongados. Fue en los siglos XVI y XVII cuando
familias nobles procedentes de Burgos, Vizcaya y Guipúzcoa se asentaron en la
ciudad. Los huesos de Borgia, que descansaban en un suntuoso sepulcro dentro de
la iglesia de Santa María, se trasladaron a la calle Mayor probablemente por
orden de un obispo de Calahorra, para que fueran pisoteados por las bestias, en
fecha estimada entre 1523 y 1549.
Tras la conquista, fue
incorporada al reino de Castilla. De forma muy efímera fue recuperada por André
de Foix, señor de Lesparre para Navarra durante 17 días hasta el 11 de junio de
1521, durante el asedio que las tropas Franco-Navarras realizaron sobre Logroño
tras recuperar todo el territorio para el rey navarro. Tras el contraataque
castellano, Viana volvió a quedar bajo el control de Logroño en el que
permaneció hasta 1523. Fue Carlos I (IV de Navarra) quien accedió a devolverla
a Navarra en vista de las continuas reclamaciones que se le hicieron.
En 1570 Viana compra a la
Corona las murallas, ampliándose por el bario de Abajo y creando la plaza del
Coso para festejos taurinos. También se compran casas en la plaza mayor (hoy
plaza de los Fueros) para derribarlas y ampliar el espacio. Las cuatro puertas
que cerraban el recinto amurallado se rehacen más afuera. Estas se decoran con amplios escudos de Carlos
V y de Viana.
El 15 de noviembre de 1592 el
rey Felipe II de Castilla hace noche en Viana, procedente de Logroño y destino
Los Arcos. El cronista Enrique Cock cita "A la entrada tiene una hermosa
iglesia y un portal de linda fábrica, muy diferente que en Castilla, que allí
no son tan curiosos" y también destaca "la comarca es de mucho pan y
de grande abundancia de vino bueno y barato, que puede la bodega de Viana
proveer a todo el reyno de Navarra en tiempo de necesidad."
El último año del siglo XVI la peste llegó a
Viana. La ciudad cerraba sus puertas al anochecer y los apestados se atendían
fuera de las murallas en ermitas improvisadas como hospitales.
Felipe VI de Navarra (Felipe
IV de Castilla) otorgó el título de ciudad el 14 de mayo de 1630. En esa época
se rellenan los fosos y se amplía la ciudad. Más tarde se crea una quinta
puerta al oeste en la calle de San Miguel. A partir de esa fecha la ciudad tuvo
derecho a asiento en las Cortes.
Edad Contemporánea
En 1818 nació el escritor y
político Francisco Navarro Villoslada. De pensamiento carlista vivió en Viana,
Vitoria y Madrid, acabando sus días en su Viana natal el 29 de agosto de 1895.
Segregación de las poblaciones anexas
Hasta finales del siglo XVIII
la ciudad de Viana incluía los barrios de Bargota, Aras y Lazagurría. En 1782
se segregó Lazagurría, en 1817 Bargota, y lo mismo hizo Aras en 1853 tras
finalizar la Primera Guerra Carlista.
Primera Guerra Carlista (1833 a 1840)
El coronel Ladrón, que se
encontraba huyendo, llegó a Logroño y en las cercanías de Viana compuso un
ejército con gentes de La Rioja, Álava y Navarra. Estas fueron dispersadas por
el general isabelino Lorenzo. Los dos ejércitos se encontraban en el entorno
vianés: los carlistas en Estella y los isabelinos en las cercanías de Logroño;
desde sus posiciones unos y otros emprendían el ataque hacia el enemigo.
Tomás de Zumalacárregui
Zumalacárregui creó un pequeño
cuerpo de caballería, el cual recibió su bautizo de fuego el 4 septiembre de
1834 en Viana. Con el afán de apresar al líder carlista, El liberal Carondelet
se encontraba en Viana al frente de 300 jinetes de la Guardia Real, además de
600 soldados de a pie. La infantería carlista atacó la ciudad. Los restos de
este enfrentamiento todavía pueden apreciarse en las marcas de los disparos
visibles en los muros de la casa junto al portal de San Juan.
En 1835 el general liberal Córdoba
fija su cuartel en Viana, la llamada Partida contra Aduanera que estaba
capitaneada por Zurbano, quien hostigó los campos de La Rioja Alavesa donde
formaban los ejércitos carlistas, finalmente Zurbano y Batallón de Álava pasan
a filas de Espartero y son enviados a otro lugar. En 1837 Espartero fortificó
Logroño e inició la conquista de Viana, Rioja Alavesa y Treviño para llegar a
Navarra y Guipúzcoa donde firmó el Abrazo de Vergara.
Tercera Guerra Carlista (1872)
En 1872 el pretendiente
carlista, Carlos María de Borbón y Austria-Este, entra por Vera de Bidasoa,
toma Estella y en Montejurra los carlistas vencen a los liberales. En Viana se
produjo el intercambio de prisioneros, en la explanada de la alberguería, a los
pies de la ciudad. El evento fue organizado por el político Luis de Trelles,
precursor del Derecho Humanitario. El 30 de junio de 2007 se inauguró un
monumento que recuerda con una placa este hecho.
Las consecuencias de las
guerras carlistas en Viana fueron que se destrozaron las iglesias,
principalmente la de San Pedro; se perdieron las vidrieras de ambos templos, ya
que se utilizaron como cuarteles y puntos defensivos por ambos bandos; y la
población sufrió los saqueos de ambos ejércitos cada vez que la ciudad era
tomada por uno u otro bando, quedando las arcas municipales muy mermadas.
Dictadura Franquista
Viana tenía alcalde carlista,
y la mayoría de la población mantenía simpatía con ese movimiento. El 19 de
julio de 1936 los carlistas se posicionaron en Navarra del lado de las tropas
insurgentes del general Mola. En la ciudad no hubo combates y tampoco hay datos
de que existieran fusilamientos, aunque algunos vecinos de ideología socialista
fueron detenidos y llevados a las cárceles de Estella y Pamplona.
Entre el 9 de noviembre del
36, y abril del 37 otros doce vecinos de Calahorra, Zarratón y Cenicero fueron
asesinados en la carretera de Viana a Logroño (Puente de las Cañas).
Una división de ametralladoras
italiana mantuvo cuartel en Viana durante el verano y otoño de 1937.
El monumento a los caídos que
se ubicó junto a la iglesia de Santa María mayoritariamente contenía nombres
italianos. Fue desmontado en los años 80.
La guerra dejó pobreza y
emigración, principalmente a las grandes capitales como Bilbao y Zaragoza, y
también Barcelona.
A mediados de los 60, el programa de promoción
industrial de Navarra creó polígono en Viana y se instalaron varias fábricas.
Las más importantes; una
galletera que se trasladó desde Logroño y otra de muebles que vino de
Torrecilla en Cameros trasladando en poco tiempo casi quinientos vecinos.
Los monumentos más representativos
de Viana se dividen en monumentos religiosos y monumentos civiles:
Monumentos religiosos
Iglesia de Santa María
Es un importante edificio
construido entre los siglos XIII y XIV. La buena situación económica de la
villa se tradujo en las continuas reformas que se realizaron en el templo, así
como en el encargo de numerosos objetos artísticos, aún atesorados en su
interior.
Se trata de una iglesia gótica
de tres naves de cuatro tramos, con capillas entre contrafuertes, triforio y
cabecera poligonal, cubierta por bóvedas de crucería. A los pies se encuentra
una portada del siglo XIV, de tres arquivoltas, presidida por la Virgen con el
niño, que son adorados por dos ángeles.
Se debe reseñar su importante
retablo mayor, diseñado en la segunda mitad del siglo XVII por Pedro Margotedo,
y en el que se representan escenas marianas acompañadas por los apóstoles.
En el exterior, bajo la
portada oeste, está enterrado César Borgia.
Fue declarada Monumento
Histórico Artístico en el año 1931.
Fachada de la Iglesia de San Pedro
-
Convento de San Francisco
Edificado en el tercer cuarto
del siglo XVII fue convento franciscano, hasta la desamortización de Mendizábal
en la que pasó a propiedad municipal.
Posteriormente en 1858 lo
ocupan las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, creando escuela para
niñas y hospital.
En la década de los 80 del
siglo pasado se convirtió en moderna residencia de ancianos.
La iglesia se intentó
convertirla en auditorio por parte del ayuntamiento, pero debido a la
singularidad de las pinturas barrocas de su capilla central y laterales, únicas
en la Comunidad foral, en trampantojo, la institución Príncipe de Viana denegó
la propuesta. Son telas pegadas a las paredes, del siglo XVII y XVIII en este
caso que imitan a la arquitectura barroca.
-
Ruinas de San Pedro
Templo gótico cisterciense del
siglo XIII, de tres naves, con un interesante ábside semejante al de San
Saturnino de Pamplona. La portada es del siglo XVIII.
La iglesia fue ocupada por las
tropas liberales durante la Primera Guerra Carlista y quedó tan maltratada que
se hundió casi completamente en 1844.
Ermita de San Martín
Ermita de La Virgen de las
Cuevas: Ya citada en las guías de peregrinos del siglo XII, el edificio actual
fue reconstruido completamente en el siglo XVIII. La talla de la virgen que
preside la ermita data del siglo XIV, actualmente se guarda en la parroquia de
Santa María de la Asunción, y en la ermita permanece una réplica en escayola.
Monumentos civiles
Ayuntamiento
Edificio soportado del siglo XVII, situado en
la plaza de los Fueros. Su fachada, decorada con el escudo de armas de la
monarquía española, presenta portada de estilo barroco. Fue adjudicada a los
maestros de obras Domingo y Juan Descobaza, vecinos de Calahorra, en 4000
escudos de plata. Seguramente se terminó en 1688, tal como se lee en el escudo
frontispicio. La fachada renacentista se apoya sobre una galería con siete
arcos de medio punto y la flanquean dos torres.
Balcón de Toros
Edificio soportado del siglo XVII, situado en
la plaza del Coso. Diseñado por Juan de Raón, tiene una fachada de dos alturas,
construida en piedra de sillería, con nueve arcos de medio punto en la parte
baja, y otras nueve ventanas simétricas en la parte superior. También tiene dos
torres en sus extremos construidas en ladrillo. En el año 1683 fue trasladada a
su actual emplazamiento, ya que inicialmente se instaló en la plaza de los
Fueros como ayuntamiento, pero por problemas de cimentación se desmontó y se
construyó en su lugar el actual edificio consistorial. En el año 2009 se
reconstruyó por completo, añadiéndole dos viviendas contiguas y ampliando su
superficie. Actualmente, además de su función primitiva de balcón de toros para
las autoridades, se utiliza como sede del servicio social de base.
Casa de Cultura
Antiguo hospital de peregrinos "Nuestra
Señora de Gracia" a cuya planta baja, de estilo gótico, se añadió una
segunda de ladrillo en época barroca. Pasó a ser sede de la cofradía "La
Soledad" como lugar donde se guardaron los pasos procesionales de Semana
Santa, y celebración de la "Cena de las habas".
Tras su reforma en los años 80, comenzó a
utilizarse como Casa de Cultura y biblioteca pública en su primer piso.
Actualmente es sala de exposiciones y auditorio. La escuela municipal de música
tiene su sede en este edificio.
Casco Viejo
Fue declarado conjunto histórico-artístico en
1992,66 también la parroquia de Santa María de la Asunción es monumento
histórico-artístico desde 1931 y patrimonio de Navarra. Destacan las numerosas
casas señoriales con sus escudos en la fachada. Son de reseñar las bodegas que
la mayoría de las casas tienen en el subsuelo, construidas en bóveda de cañón
con piedras de sillería. No son visitables pero varios de los restaurantes
locales tienen alguno de sus comedores instalados en la antigua bodega.
Hipogeo de Longar
Es una tumba megalítica
fechada entre el 2850 y el 2500 A.C. Se encuentra en el alto de los Bojes, que
es la zona más alta del término municipal de Viana. Cota 750 metros de altitud,
en los límites con Labraza, Aras y Aguilar de Codés, sobre el cruce de
barrancos que se abre hacia el sur en dirección al valle del Ebro. Fue descubierto
en los años 80, y en su excavación arqueológica salió a la luz que está en
parte excavado en la tierra, y tiene la cubierta superior apoyada en un muro de
lajas pequeñas en forma de herradura.
En él se enterraron durante
más de un siglo alrededor de cien personas de todas las edades. En su entorno
quedan todavía varias piedras grandes sin fechar ni identificar. Una de ellas
parece un enorme lagar de piedra que pudo ser utilizado para pisar la uva en el
campo, y otra es un posible menhir.
Algo que caracteriza a Viana además
de su arquitectura y su historia, es la música. Ya que hay varias formaciones,
más formales como los Auroros o la Banda Municipal e Viana.
Pero también música
más informal como txarangas y desde los años 80 siempre ha habido algún grupo
de rock en activo, en la actualidad Kometa es el grupo que destaca.
Pero si tenemos que hablar de
un instrumento que haya destacado en la cultura viananesa es la gaita ha sido
un instrumento con gran solera en Viana, donde destacó por encima de todos,
Julián Matute Greño en los años finales del siglo XIX y primer cuarto del XX.
Actualmente un grupo de gaiteros formado a partir de la escuela de gaita y
tambor.
También hay que tener en
cuenta que Joan Manuel Serrat es hijo adoptivo de Viana, el cual ha corrido y
jugado en las calles de Viana en los veranos de su infancia. Al estar tan unido
y agradecido a Viana a realizado dos conciertos solidarios en dicha localidad. El
último realizado el 9 de Agostos de 2013 en el Coso acompañado de La Banda
Municipal de Viana.